Cómo sostener tu estado por 72 horas
Ejercicios prácticos extraídos de “Pensar en Cuarta Dimensión” — Neville Goddard, 1948
En la Lección 3 de su masterclass Cinco Lecciones, Neville Goddard compartió una de las historias más importantes de sus comienzos: cuando en 1933, tras doce años fuera de su tierra natal, deseaba profundamente regresar a Barbados para pasar la Navidad con su familia. Pero no tenía ni trabajo, ni boleto, ni dinero… solo el deseo.
Fue cuando sus padres se marcharon (probablemente a inicios de noviembre) que al despedirlos, sintió con fuerza el anhelo de acompañarlos a las fiestas de fin de año. Para lograrlo, debía embarcarse el 6 de diciembre en el barco de vapor “Nerissa”, el medio de transporte que unía Nueva York con Barbados.
Desesperado, Neville corrió a ver a Abdullah y le contó su deseo. Abdullah, sin entrar en explicaciones, le respondió con una convicción inamovible:
“Ya estás en Barbados.”
Antes de compartir cómo apliqué esta enseñanza a mi propio deseo, quiero detenerme en esta escena. Porque en esas pocas frases, Abdullah revela todo lo que necesitamos saber sobre cómo funciona la Ley. Así que decidí desglosarlas brevemente, no para explicarlas, sino para que actúen como pequeñas claves que podamos recordar al practicar:
“Ya estás en Barbados.” (Estado asumido) La frase más directa y poderosa. Resume el deseo como ya cumplido. Nada que buscar, nada que esperar.
“Al salir por esta puerta ahora, no estás caminando por la calle 72, estás caminando por calles bordeadas de palmeras, calles bordeadas de cocoteros; esto es Barbados.” (Imaginación sensorial viva) Siente el entorno del estado deseado. No es fantasía, es una vivencia interior tan real que modifica tu percepción.
“No me preguntes cómo vas a ir. Estás en Barbados. No se dice ‘¿cómo?’ cuando ‘ya estás allí’. Estás allí.” (Certeza absoluta) La lógica queda suspendida. No hay dudas ni preguntas cuando lo que eres ya es un hecho en tu interior.
“Ahora camina como si ya estuvieras allí.” (Encarnación del estado) Vive desde el final. Actúa, piensa y respira como quien ya lo tiene, sin esfuerzo, sin demostraciones.
Pero pasaban los días (por las fechas, quizás unas tres o cuatro semanas), y nada cambiaba. No había noticias del boleto, ni señales de que las cosas fueran a resolverse. Neville volvió a buscarlo, preocupado, esperando quizá un gesto de consuelo o ánimo. Pero Abdullah no lo calmó ni le dio esperanzas. Simplemente lo miró con esa misma certeza… y cerró la puerta. Para él, ya estaba hecho.
Años después, Neville diría que ese momento fue el que más lo marcó, porque en esa experiencia sin los medios necesarios, sin evidencia, sin saber cómo, fue el momento en que eligió sostener su fe por encima de lo visible.
Mi práctica con “Soy Rica”
Al leer nuevamente esta historia y repasar las prácticas que Neville compartió en esa clase, sentí ganas de intentarlo yo también con un deseo muy concreto: vivir la experiencia de “Soy Rica”.
Y no solo repetirlo, sino encarnarlo, vivirlo como si ya fuera un hecho. Porque si lo que deseo es ser rica, no puedo seguir deseándolo. Tengo que caminar como si ya lo soy. Y eso implica no solo soltar la duda, sino tener un plan.
Cómo lo voy a hacer
Mi compromiso será vivir 72 horas completas (3 días) en el estado de mi Yo Rico. Como si fuera una actriz preparando su primer protagónico, voy a ensayar cómo se vive siendo rica, sin dejar nada al azar.
🔶 Día 1, Día 2 y Día 3:
Voy a planear con detalle qué haré al despertar, qué desayunaré, qué ropa me pondré, qué zapatos usaré, cómo me arreglaré el cabello, qué haré durante las mañanas, qué comeré, si haré ejercicios o saldré a caminar, cuánto tiempo dedicaré a ello, qué leeré, qué veré, qué escucharé, cómo pensaré mientras me cepillo los dientes o cocino. Qué música me acompañará, qué pensaré al cerrar el día.
🔶 ¿Qué tipo de pensamientos tendría una persona rica?
¿Cómo hablaría? ¿A qué cosas le prestaría atención? ¿Qué tipo de decisiones tomaría hoy mismo?
🔶 ¿Qué mantras o meditaciones me ayudarán a mantener el enfoque?
¿Necesito tener audios listos? ¿Un espacio que me ayude a reconectar? ¿Una rutina espiritual sencilla que me recuerde que lo invisible ya se está moviendo?
🔶 ¿Cómo sabré que realmente lo asumí?
Porque ya no lo deseo, porque ya lo soy. Y como ya lo soy, no lo discuto, no lo explico, no lo comparto… solo lo vivo.
Este es el trabajo interno que casi nadie ve: el de mantenerse firme, aunque la vieja identidad insista en volver y siga mostrándose en lo que vemos cada día. Y si me mantengo firme durante tres días, veré los frutos. Y si me caigo, me levanto y lo vuelvo a intentar, como lo hizo Neville en sus primeros años.

Puedes leer el discurso completo aquí: Pensar en Cuarta Dimensión – Lección 3
✦ EJERCICIOS PRÁCTICOS
🔸 1. Asumir que ya estás donde deseas estar
Frase clave:
"Estás en Barbados. Quieres estar allí; donde quieras estar, allí estás. Vive como si ya estuvieras allí, y lo estarás.”
Instrucciones:
Elige el lugar o estado en el que deseas estar.
Asume interiormente que ya estás allí.
Camina, respira y actúa como si te encontraras en ese lugar.
No pienses que estás yendo hacia allí. Camina desde allí, como si ya fuese tu realidad.
Permanece fiel a esa visión, incluso si todo lo externo la niega.
Clave interna:
✧ Al sostener el estado deseado como un hecho presente, permites que lo invisible moldee las circunstancias externas en armonía con tu suposición.
🔸 2. Crear un evento simple en el ojo de tu mente
Frase clave:
"Construye en el ojo de tu mente un solo evento sencillo que implique el cumplimiento de tu deseo.”
Instrucciones:
Define con claridad lo que deseas.
Imagina un solo evento sencillo que implique que ya lo has conseguido.
Asegúrate de que tú seas quien lo experimenta, no un observador externo.
Por ejemplo, si lograr tu deseo implica que alguien te felicite o te dé la mano, imagina sólo ese gesto.
Repite mentalmente el evento una y otra vez hasta que se sienta real y sólido.
Clave interna:
✧ Al repetir un acto que implica el cumplimiento, estás grabando en tu conciencia el estado asumido como real.
🔸 3. Condensar el deseo en una frase con sentimiento
Frase clave:
"Condensa la idea, que es tu deseo, en una sola frase… alguna frase como: '¿No es maravilloso?'”
Instrucciones:
Si no puedes mantener una acción, define tu deseo y redúcelo a una sola frase que implique su cumplimiento.
Puede ser una expresión de gratitud o asombro: “Gracias”, “¿No es maravilloso?”, “Ya está hecho”.
Repite esta frase con sentimiento, una y otra vez, como una canción de cuna.
Deja que la sensación que acompaña esa frase te domine por completo.
Clave interna:
✧ La frase actúa como una semilla viva que imprime en tu mente el estado cumplido, siempre que se repita con emoción verdadera.
🔸 4. Ejercicio de inmovilización + imaginación táctil
Frase clave:
"Imagina que dentro de tu mano hay una mano más sutil, más real… y siente el apretón de manos.”
Instrucciones:
Siéntate en silencio con el cuerpo físico totalmente relajado e inmóvil.
Imagina que dentro de tu mano física hay una mano más sutil, más real.
Extrae tu mano imaginaria y colócala en la mano imaginaria de la otra persona.
Siente el apretón con nitidez, sin mover el cuerpo físico.
Repite mentalmente la acción hasta que tenga la solidez de una experiencia real.
Clave interna:
✧ Al activar el sentido del tacto en la imaginación, entrenas a la conciencia para responder como si ya vivieras el estado deseado.
🔸 5. Permanecer fiel a una dieta mental de 3 días
Frase clave:
"No necesito más de una dieta de tres días si permanezco fiel a ella.”
Instrucciones:
Escoge una sola idea que represente tu deseo cumplido.
Manténte fiel a esa idea durante tres días completos, sin contradecirla con pensamientos opuestos.
Si dudas o cambias la idea, el intervalo se extiende.
Sé honesto contigo: persevera durante tres días con absoluta fidelidad.
Clave interna:
✧ Tres días de fidelidad a tu nueva identidad bastan para que lo invisible empiece a tomar forma y la realidad se alinee con tu nuevo estado.
Quizás algunos de nosotros estemos justo en ese momento de decidir: ¿Me conformo con lo que estoy viendo… o asumo lo que ya es, aunque aún no se muestre?
Sea cual sea el punto donde nos encontremos, nos ayudará recordar esta promesa:
“Si permaneces fiel a tu deseo durante tres días, sin contradecirlo, lo verás manifestarse.”
Gracias por acompañarme en esta lectura y práctica. Iré compartiendo en los comentarios cómo me va en estos tres días de actuación consciente, y también me encantará leerte.
¿Qué te pareció esta idea de preparar con detalle tu propio guión para esas 72 horas ¿Qué sería lo más desafiante para ti? ¿Qué cosas crees que te ayudarían a mantenerte en el estado de “Soy Rico”?
Quizá compartir lo que cada uno va probando nos ayude a mantenernos firmes esos tres días.
Nos vemos la próxima semana con la Lección 4.
✨ Guarda esta publicación y vuelve a ella siempre que necesites reconectar con la práctica. A veces, unas pocas líneas de Neville bastan para recordarnos que el deseo ya es un hecho, que ya fue creado. La creación está terminada. Nuestro libre albedrío es elegir qué realidad queremos cristalizar.
Puedes revisar los ejercicios anteriores:
✦ Ejercicios de Neville
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